Adolescentes en busco de su identidad
En el transcurso de unas pocas semanas me derivaron tres casos bastantes similares de adolescentes mujeres de entre quince y diecisiete años. La mayoría eran “hermanas mayores” de una pareja de hermanos adoptados hacía unos diez años. Los síntomas eran similares: agresividad desmedida, desenfado, problemas escolares, algo de drogas, promiscuidad, institucionalización; algunas tenían además una muy mala relación con los padres. Inmediatamente otras derivaciones: un joven y una chica, hijos menores de una pareja de hermanos pero con problemas similares.
En algunos casos el o la joven desean explícitamente hablar con “una psicóloga latinoamericana”. Esto me conmueve, quizas apelando a mi omnipotencia, quizás a mi necesidad de reparar algo en estos chicos, con los que me siento emparentada por el origen y en deuda por las diferentes condiciones de vida que me tocaron. Una nena de cuatro años me preguntó en una sesión: “¿A vos también los malos te hicieron esas cosas cuando vos eras chica?”. Creo que con el solo hecho de mostrarme comprensiva y humana con ellos, de explicarles la situación de nuestro continente tan distinta al país donde ahora viven, de leer juntos el informe social y fantasearme en el pasado que arrojó primero a sus padres a la desesperanza y luego a ellos fuera de su país, se puede llegar a crear un lazo, una comunicación que va más alla de las palabras y donde ante los muchos espacios de historia desconocida de estos chicos yo les afirmo que “yo sé, yo entiendo, yo conozco” la realidad de sus padres y de ellos mismos. A voces son estas conversaciones sencillas de gran profundidad donde los jóvenes, casi siempre desenfadados, se muestran callados, a veces conmovidos, concentrados en las palabras que los vuelco sobre su propia historia que desconozco y que a la vez conozco profundamente.
COMENTARIO: MUCHOS ADOLESCENTES HASTA AORA Y POR MAS QUE HAN CRECIDO NO SABEN DE SU IDENTIDAD OSEA NO SE CONOCEN COMO LO CREEN, LAIDENTIDAD EXISTE EN CADA PERSONA EN SU DEFECTO O FORMA DE SER Y NO SON CAPACES DE LOGRAR DE LO QUE SE PROPONEN POR QUE NO SABEN NI QUIENES SON, POR ESO ES MUY IMPORTANTE SABER SOBRE NOSOTROS MISMOS Y CONOCERNOS BIEN POR QUE SI NO LO HACEMOS NADIE MAS LO SABRA . ATENTAMENTE: LUCERO RIOS OJANAMA .
En el transcurso de unas pocas semanas me derivaron tres casos bastantes similares de adolescentes mujeres de entre quince y diecisiete años. La mayoría eran “hermanas mayores” de una pareja de hermanos adoptados hacía unos diez años. Los síntomas eran similares: agresividad desmedida, desenfado, problemas escolares, algo de drogas, promiscuidad, institucionalización; algunas tenían además una muy mala relación con los padres. Inmediatamente otras derivaciones: un joven y una chica, hijos menores de una pareja de hermanos pero con problemas similares.
En algunos casos el o la joven desean explícitamente hablar con “una psicóloga latinoamericana”. Esto me conmueve, quizas apelando a mi omnipotencia, quizás a mi necesidad de reparar algo en estos chicos, con los que me siento emparentada por el origen y en deuda por las diferentes condiciones de vida que me tocaron. Una nena de cuatro años me preguntó en una sesión: “¿A vos también los malos te hicieron esas cosas cuando vos eras chica?”. Creo que con el solo hecho de mostrarme comprensiva y humana con ellos, de explicarles la situación de nuestro continente tan distinta al país donde ahora viven, de leer juntos el informe social y fantasearme en el pasado que arrojó primero a sus padres a la desesperanza y luego a ellos fuera de su país, se puede llegar a crear un lazo, una comunicación que va más alla de las palabras y donde ante los muchos espacios de historia desconocida de estos chicos yo les afirmo que “yo sé, yo entiendo, yo conozco” la realidad de sus padres y de ellos mismos. A voces son estas conversaciones sencillas de gran profundidad donde los jóvenes, casi siempre desenfadados, se muestran callados, a veces conmovidos, concentrados en las palabras que los vuelco sobre su propia historia que desconozco y que a la vez conozco profundamente.
COMENTARIO: MUCHOS ADOLESCENTES HASTA AORA Y POR MAS QUE HAN CRECIDO NO SABEN DE SU IDENTIDAD OSEA NO SE CONOCEN COMO LO CREEN, LAIDENTIDAD EXISTE EN CADA PERSONA EN SU DEFECTO O FORMA DE SER Y NO SON CAPACES DE LOGRAR DE LO QUE SE PROPONEN POR QUE NO SABEN NI QUIENES SON, POR ESO ES MUY IMPORTANTE SABER SOBRE NOSOTROS MISMOS Y CONOCERNOS BIEN POR QUE SI NO LO HACEMOS NADIE MAS LO SABRA . ATENTAMENTE: LUCERO RIOS OJANAMA .
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