domingo, 24 de abril de 2011

AUTENCIDAD EN LOS ADOLESCENTES


La búsqueda de la autenticidad, semejante al proceso de afirmación de la identidad en el joven, es uno de los aspectos cruciales de la juventud, como una etapa que atraviesa toda persona. Ser auténtico puede significar el grado de unicidad, individualidad y diferenciación que el adolescente parece buscar y consolidar frente a las presiones sociales y sus grupos de referencia.
La autenticidad como valor presupone cierta diferencia original con respecto a todo lo que rodea al individuo, es decir, que una persona auténtica y singular posee características y convicciones muy propias que le guían en su vida. Es bastante engañoso pensar que se es genuino cuando se asumen las posturas de otros grupos, de otras personas. Cuando se interioriza el pensamiento de los demás sin ningún cuestionamiento, cuando se incorporan modas que uniforman a las personas antes que hacerles originales.
Sin embargo, no existe un tipo puro de autenticidad, cuando la presión social mediante las producciones culturales y comerciales, le prescriben al individuo cómo debe ser, pensar, vestir, sentir, entre otras cosas. De modo que, aislarse para ser auténtico no sería una solución. Rebelarse contra el orden preestablecido tampoco es una opción muy recomendable, y más cuando existen leyes sociales para cumplir y que ayudan a la convivencia general.
Como puede apreciarse, ser auténtico en un mundo que no vende la singularidad, sino copias y modelos para imitar, cabe esperar que los jóvenes sigan modelos inadecuados de vida; en lo moral, en lo intelectual, en lo espiritual, en lo social y familiar.
¿En qué radica, entonces, la autenticidad? Quizás ello pueda deducirse a partir de lo que no es auténtico. No es auténtica una persona que:
- Imita comportamientos orientados al mal, con el propósito de obtener beneficios de cualquier tipo.
- Adopta pensamientos y acciones que no contribuyen a la sana convivencia social.
- Adopta vestuarios que procuran llamar la atención antes que generar una buena presentación personal.
- Hace lo que otros realizan sin someter a la crítica racional las intenciones reales de dicha postura.COMENTARIO: MUCHOS ADOLESCENTES BUSCAN COPUAR DE LOS DEMAS QUERIENDOCE VER O ACEPTARCE DE LO QUE ACEN SINYIENDOCE INCOMODOS, SE AUTENTICO ES LO MAS IMPORTANYE. Y QUERERSE DE LO QUE SON. ABEL MANDUJANO

AUTENCIDAD EN LAS PERSONAS



El valor de la autenticidad le da a la persona autoridad sobre sí mismo ante sus gustos y caprichos, iniciativa para proponerse y alcanzar metas altas, carácter estable y sinceridad a toda prueba, lo que le hace tener una coherencia de vida.

Para ser auténticos hace falta algo más que copiar partes de un modelo, como si quisiéramos adueñarnos de una personalidad que no nos pertenece, o peor aún, pasar la vida esperando "la gran oportunidad" para demostrar lo que somos y lo que podemos lograr. Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar propósitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una personalidad propia.

La autenticidad no puede ser otra cosa que obrar conforme al propio ser. Si el hombre fuese su propio creador, no cabe duda de que a él correspondería proyectar su ser y el curso de su existencia. Pero el hombre no es su propio hacedor; viene a la existencia con un ser ya dado, con una naturaleza determinada, que, en virtud de su propia estructura y finalidad, ha de desarrollarse conforme a las posibilidades y al orden que le son propios. Fácil es comprender así que la autenticidad está en la ley natural, que es universal e inmutable; ella es el supuesto de la autenticidad. Siguiéndola el hombre obra y se desarrolla conforme al propio ser y a la dignidad de persona que le son propios, en cuanto que es una criatura racional.
Con ello quiere decirse, entre otras cosas, que los hombres se presentan en su mutua relación como personas humanas, con toda la dignidad propia de ellas, y, por lo tanto, que hay una serie de exigencias de justicia que presiden su relación y su vida social.
Hay, en efecto, que partir del hecho fundamental de que el hombre es persona y por ello es un ser dotado de dignidad. Con esta expresión se quiere manifestar que el hombre se presenta ante sí mismo y ante los demás, no como una cosa o como un objeto, sino como portador de valores y respetabilidad, como portador de derechos y deberes inherentes a su condición de persona.
Lo que llamamos ley natural no es una especie de imposición extraña que limite las casi infinitas posibilidades de la humana libertad. Por el contrario, es expresión de la dignidad y del valor de la persona humana, que se manifiesta tal cual es a través de ella. Hablar de ley natural es hablar de exigencias de la dignidad de la persona y de su adecuado desenvolvimiento.COMENTARIO: SER AUTENTICOS ES SER UNO MISMO, QUIEN ES AUTENTICO ASUME LA RESPONSABILIDAD SER LO QUE ES, SER UNICO DE LO QUE HACE, LO IMPORTANTE ES TENER UNA ALTA AUTOESTIMA SI COPIAR O DIGAN LOS DEMAS. LUCERO RIOS OJANAMA

autencidad en las personas

                                                    
                                                                                                                     Javier Úbeda Ibáñez

La autenticidad no puede ser otra cosa que obrar conforme al propio ser. Si el hombre fuese su propio creador, no cabe duda de que a él correspondería proyectar su ser y el curso de su existencia. Pero el hombre no es su propio hacedor; viene a la existencia con un ser ya dado, con una naturaleza determinada, que, en virtud de su propia estructura y finalidad, ha de desarrollarse conforme a las posibilidades y al orden que le son propios. Fácil es comprender así que la autenticidad está en la ley natural, que es universal e inmutable; ella es el supuesto de la autenticidad. Siguiéndola el hombre obra y se desarrolla conforme al propio ser y a la dignidad de persona que le son propios, en cuanto que es una criatura racional.
Con ello quiere decirse, entre otras cosas, que los hombres se presentan en su mutua relación como personas humanas, con toda la dignidad propia de ellas, y, por lo tanto, que hay una serie de exigencias de justicia que presiden su relación y su vida social.
Hay, en efecto, que partir del hecho fundamental de que el hombre es persona y por ello es un ser dotado de dignidad. Con esta expresión se quiere manifestar que el hombre se presenta ante sí mismo y ante los demás, no como una cosa o como un objeto, sino como portador de valores y respetabilidad, como portador de derechos y deberes inherentes a su condición de persona.
Lo que llamamos ley natural no es una especie de imposición extraña que limite las casi infinitas posibilidades de la humana libertad. Por el contrario, es expresión de la dignidad y del valor de la persona humana, que se manifiesta tal cual es a través de ella. Hablar de ley natural es hablar de exigencias de la dignidad de la persona y de su adecuado desenvolvimiento.COMENTARIO:SER AUTENTICOS SIGNIFICA SER UNO MISMO,QUIEN ES AUTENTICO ASUME LA RESPONSABILIDAD POR SER LO QUE ESE Y SE SIENTE ORGULLOSO DE TASL COMO ES SIN, COPIAR O REPARAR DE LO QUE HAGAN LOS DEMAS, LO IMPORTANTE ES SER UNICO Y TENER UNA ALTA AUTOESTIMA.

sábado, 23 de abril de 2011

ser siempre autenticos

 

SINCERIDAD NO ES LO MISMO QUE AUTENTICIDAD. Para poder hablar de «autenticidad» es obligado definir el término «sinceridad» con el que generalmente se le suele identificar. Por paradójico que pudiera parecer a primera vista, no es lo mismo sinceridad que autenticidad. Se puede ser sincero pero no auténtico. La autenticidad va mucho más allá, tiene mayor profundidad v es de rango superior. Sinceridad es la adecuación entre lo que se piensa o se siente y, lo que se dice. Autenticidad es la adecuación entre lo que se piensa, se dice y se hace y lo que se debe hacer.
En definitiva, sólo seré auténtico cuando lo que piense, sienta y diga corresponda a la realidad de mi «deber ser».
No pocos jóvenes de hoy piensan que por ser sinceros, decir lo que piensan, ya son auténticos, pero sólo lo serán de verdad en la medida en que sus conductas respondan a la llamada de los valores. Para mí, esa «llamada de los valores» es lo mismo que «el deber ser».
La neurosis, el trastorno psíquico y mental, la escisión de la persona se instala allí donde hay una ruptura entre el «ser» y el «deber ser».
Escasea tanto la autenticidad y es un valor tan cotizado como raro, especialmente en los tiempos que corren porque por un lado va la conducta y por otro los ideales. ¿Se puede vivir sin ideales? No. Todos necesitamos esa guía interior que se apoya en la interiorización de una guía de valores que nos sirva como punto de referencia de la conducta.
La mayor parte de los problemas que aquejan al hombre de hoy están motivados porque no se tiene un cuadro de referencia interno, una Filosofía de la vida, un ideal, un «deber ser» que vaya en la misma línea de nuestra conducta habitual.
En definitiva, se trata de llevar a la realidad de nuestra vida diaria aquel principio de la moral personalista que dice: «Hemos de acostumbramos a vivir como pensamos, pues de lo contrario, acabaremos por pensar como vivimos.»
LA MEJOR DE LAS COSTUMBRES, DECIR SIEMPRE LA VERDAD. Hace más de dos milenios, Ciro, Rey de Babilonia, afirmaba que "lo más importante que se debe aprender en la vida es decir siempre la verdad». Decir la verdad es el camino más seguro para llegar a ser auténticos, para que se dé una completa coherencia entre nuestras palabras y nuestras acciones. Es éste un valor imprescindible que hemos de cultivar todos los educadores. No daremos un solo paso en nuestro quehacer educativo, si el educando percibe doblez, falsedad o fingimiento en lo que decimos o en lo que hacemos.
Cuando decimos y/o hacemos lo contrario de lo que pensamos, abrimos un abismo entre nosotros y la parte más noble que nos sustenta, nuestra propia «mismidad», entre nosotros y entre aquellos que confiaban hallar en nuestra conducta un modelo para cincelar su propio «deber ser», su cuadro de referencia interno. Recordemos siempre que la sinceridad es el alma de todo diálogo. Decir siempre la verdad, enseñarla y exigiría a nuestros hijos desde los primeros anos es importante, entre otras razones, porque la autenticidad educa por sí misma. motiva, convence e impulsa a las acciones nobles, a 1a responsabilidad, al buen entendimiento, al diálogo y a la convivencia pacífica.
No es posible referimos a la autenticidad sin que la memoria nos aporte al instante la ya clásica frase de R. Guardini: «Educamos más por lo que somos y hacemos que por lo que decimos ... ». Será nuestro ejemplo constante de autenticidad, de coherencia entre nuestras palabras, nuestras acciones y esa «guía interior» que dé sentido y valor a nuestra vida, quien contagie a nuestros educandos a ser defensores de la verdad, a encontrar su motivo, su razón para vivir, su ideal.
SUGERENCIAS A LOS PADRES PARA FOMENTAR LA AUTENTICIDAD.
a) Clarificar bien las ideas de los niños. Marcar unas directrices muy concretas para que nuestros hijos sepan a qué atenerse y no mandar jamás cosas que no son razonables.
b) Que haya siempre una perfecta coherencia entre lo que exigimos a nuestros hijos y la conducta que observamos los padres. Alguien ha apuntado la incongruencia de quien trata de dar lecciones a sus hijos con un vaso de vino en una mano v un cigarrillo en la otra.
c) Exigir el cumplimiento de la palabra dada. Que nuestra forma de proceder les sirva de ejemplo. Al comprometer nuestra palabra nos comprometemos a nosotros mismos. Antes, la palabra de un hombre comprometía su vida y su honor; hoy, por falta de sinceridad y autenticidad., se desconfía sistemáticamente de¡ otro, por lo que es necesario recurrir con tanta frecuencia a la fuerza obligatoria de la ley.
d) Convencer al niño que es más ventajoso decir siempre la verdad. La paz y tranquilidad que se siente interiormente por haber sido fiel a uno mismo. Al mismo tiempo, debemos estar atentos a alabar su sinceridad y autenticidad, mostrándonos orgullosos.
e) Cuando el niño mienta para librarse de burlas y crítica, en lugar de reprocharle su mala acción y ridiculizarle, ofrezcámosle alguna alternativa para tener éxito en lo que haga. Hay que asegurarle que a su sinceridad seguirá siempre nuestro respeto y ayuda.
f) Procuremos que a sinceridad, el proceder auténtico, se vuelva rentable para el niño. «Falta confesada y reconocida, es falta perdonada.» Permitir la equivocación y dar tiempo para la corrección.COMENTARIO:SER AUTENTICOS SIGNIFICA SER UNO MISMO VALORARNOS POR LO QUE SOMOS, NO APERENTAR DE QUE SOMOS OTROS. LO IMPORTANTE ES TENER UNA ALTA AUTOESTIMA Y ADEMAS COMO VUELVO A DECIR SER SIEMPRE UNICOS, SIN COPIAR O DIGAN LOS DEMAS POR QUE SI LO HACEMOS VIVIREMOS SIEMPRE  DEPENDIENDO DE LOS OTROS.


                                  
 
 
 
                                    


lunes, 18 de abril de 2011

LA IDENTIDAD

Niño que mató a su padrastro en defensa de su mamá y hermana podría recobrar libertad



El niño, de 13 años, quien defendió a su madre y hermana del feroz ataque de su padrastro, y detenido por la policía tras darle muerte al enloquecido hombre, podría recobrar su libertad en las próximas horas, dijo a la prensa una fuente ligada al caso. La Fiscalía 10ma del Ministerio Público de Trujillo revisa las actuaciones procesales y técnicas del dramático hecho de violencia familiar, que impactó a la región, para dictaminar el destino del niño.


Bueno el niño solo quiso defender asu madre de su padrasto pero no debio aser eso ami parecer ubiese echo llevarlo ala policia y denunciarlo solo por matar estara en la carcel  TANIA

LA IDENTIDAD


La identidad, definida principalmente desde la Psicología, se comprende como aquel núcleo del cuál se conforma el yo. Se trata de un núcleo fijo y coherente que junto a la razón le permiten al ser humano interactuar con otros individuos presentes en el medio.
La formación de la identidad es un proceso que comienza a configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la persona, presentes desde el momento de su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias básicas. A partir de lo anterior, la identidad se forma otorgándonos una imagen compleja sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente según lo que pensamos.
Según algunos autores, la identidad se comporta como algo relativo, como un núcleo plástico capaz de modificarse a lo largo de la vida y el desarrollo, lo que permitiría al ser humano tener la capacidad de comportante de formas diferentes según el contexto en el que deba actuar.
Como es posible de intuir, el contexto sociocultural en el que el individuo se encuentra inserto es fundamental y decisivo en la formación de su identidad. Sin embargo, no se trata del único factor que la determina. La identidad humana se configura a partir de la interacción con el medio y el funcionamiento individual propio del sujeto, formándose entre ellos una tensión dinámica que guía la configuración de la identidad hacia una dirección determinada. Gracias a esto es posible que el ser humano sea capaz de notar, que más allá de lo que es, forma parte de un algo mayor fuera de si mismo.
Como vemos, la formación de la identidad sólo se realiza en función de la interacción con el medio externo, ya que en una situación de aislamiento, las características individuales resultan absolutamente irrelevantes y transparentes. Es sólo en relación a la interacción con los otros significativos que las diferencias y características individuales adquieren valor y se comportan como un aporte para la interacción social.

la identidad es una imagen que tenemos de nosotros mismo que empesamos a forma desde que nacemos i nos enseña para poder relacionarmos con otras personas  TANIA

viernes, 8 de abril de 2011

identidad en la adolecencia

Tomaré como punto de partida la definición que da sobre identidad, James Drever en su Diccionario de Psicología (A Dictionary of Psychology. Penguin Books, 1956).
Identidad
Por otra parte, la adolescencia, considerada en un primer nivel de análisis, es un período de la vida caracterizado por el cambio, cambio corporal a la vez que psicológico. O sea que "identidad en la adolescencia" es una expresión que nos pone en presencia de una contradicción: sería algo así como la condición de ser el mismo dejando de serlo, similar en todo respecto manifestándose como diferente; el carácter de persistir esen-cialmente inmodificado sufriendo a la vez modificaciones. ¿O podemos resolver tal con-tradicción diciendo que el adolescente sufre modificaciones no esenciales, o sea que su-fre un proceso de cambio aparente, persistiendo él esencialmente el mismo? La respues-ta a esta pregunta depende de a qué llamamos esencial en un ser humano; supongo que ante todo a aquello que lo califica como ser humano particularizándolo dentro del ámbito de lo biológico. Pero al hablar de identidad en psicología exigimos algo más: exigimos no sólo la persistencia de su carácter esencial como ser humano en general, sino su particu-larización dentro de este último ámbito así como la conciencia de dicha particularización, conciencia de su diferencia de otro ser humano así como de su semejanza a él. Y aquí caemos en una nueva contradicción: la primera se refería a: cambiar siendo el mismo, diferenciarse de sí mismo manteniéndose a la vez idéntico a sí. La segunda contradicción enfatiza la relación con el otro, semejante a la vez que diferente a uno.
Este razonamiento nos lleva a dos reflexiones:
a) Tal vez sea imposible considerar la identidad como una igualdad abstracta, sin tomar en cuenta la contradicción que necesariamente lleva implícita en sí dicho concepto, o sea la no identidad, contradicción que debe ser desarrollada como dialéctica entre la seme-janza y la diferencia.
b) Que esta dialéctica no es meramente intrapersonal sino ante todo y necesariamente so cial, en la medida que se refiere a una identidad humana que incluye la conciencia de lo que me diferencia del otro que es a la vez mi semejante
: la condición de ser el mismo, o similar en todo respecto; el carácter de persistir esencialmente inmodificado.

IDENTIDAD EN LOS ADOLESCENTES

Adolescentes en busco de su identidad
En el transcurso de unas pocas semanas me derivaron tres casos bastantes similares de adolescentes mujeres de entre quince y diecisiete años. La mayoría eran “hermanas mayores” de una pareja de hermanos adoptados hacía unos diez años. Los síntomas eran similares: agresividad desmedida, desenfado, problemas escolares, algo de drogas, promiscuidad, institucionalización; algunas tenían además una muy mala relación con los padres. Inmediatamente otras derivaciones: un joven y una chica, hijos menores de una pareja de hermanos pero con problemas similares.
En algunos casos el o la joven desean explícitamente hablar con “una psicóloga latinoamericana”. Esto me conmueve, quizas apelando a mi omnipotencia, quizás a mi necesidad de reparar algo en estos chicos, con los que me siento emparentada por el origen y en deuda por las diferentes condiciones de vida que me tocaron. Una nena de cuatro años me preguntó en una sesión: “¿A vos también los malos te hicieron esas cosas cuando vos eras chica?”. Creo que con el solo hecho de mostrarme comprensiva y humana con ellos, de explicarles la situación de nuestro continente tan distinta al país donde ahora viven, de leer juntos el informe social y fantasearme en el pasado que arrojó primero a sus padres a la desesperanza y luego a ellos fuera de su país, se puede llegar a crear un lazo, una comunicación que va más alla de las palabras y donde ante los muchos espacios de historia desconocida de estos chicos yo les afirmo que “yo sé, yo entiendo, yo conozco” la realidad de sus padres y de ellos mismos. A voces son estas conversaciones sencillas de gran profundidad donde los jóvenes, casi siempre desenfadados, se muestran callados, a veces conmovidos, concentrados en las palabras que los vuelco sobre su propia historia que desconozco y que a la vez conozco profundamente.

COMENTARIO: MUCHOS ADOLESCENTES HASTA AORA Y POR MAS QUE HAN CRECIDO NO SABEN DE SU IDENTIDAD OSEA NO SE CONOCEN COMO LO CREEN, LAIDENTIDAD EXISTE EN CADA PERSONA EN SU DEFECTO O FORMA DE SER Y NO SON CAPACES DE LOGRAR DE LO QUE SE PROPONEN POR QUE NO SABEN NI QUIENES SON, POR ESO ES MUY IMPORTANTE  SABER SOBRE NOSOTROS MISMOS   Y CONOCERNOS BIEN POR QUE SI NO LO HACEMOS NADIE MAS LO SABRA . ATENTAMENTE: LUCERO RIOS OJANAMA .